Esto es vocación por el deporte compañeros, que a los 90 años estos dos señores estén corriendo cual gacelas es, además de un milagro, un claro ejemplo de que sienten pasión por lo que hacen. Las cosas nunca son lo que parecen y cuando parecía que había un claro ganador desde el principio, saltó la sorpresa: ¡¡¡menudo sprint pegó el abuelo!!!.