Terapias hay muchas y de todo tipo, pero dicen que para los casos más extremos es mejor abordar el asunto de raíz y ser radical. Fijaos cómo le curaron a esta chica el miedo a las alturas, madre mía, solo de verlo te entran ganas de vomitar. ¿Os imagináis que hubiese venido una ráfaga de aire fuerte?.