Como es de suponer, el título que da pie a este vídeo es totalmente irónico ya que este padre ni le ha salvado la vida a su hijo ni ha cometido un acto de heroicidad, sencillamente puso la vida de su hijo en riesgo atando una cuerda a su furgoneta mientras en el otro extremo estaba su hijo tumbado en una tabla pidiéndole a gritos que parase. Lo pero es que el padre lloraba de la risa totalmente inconsciente del peligro que conllevan estas cosas, en fin, al menos pasaron un buen rato ¿verdad?.