Estamos en pleno invierno y en Santander no hace precisamente un clima cálido, ¿se puede saber qué clase persona es capaz de darse un paseo en bikini por la playa y encima querer desafiar a un mar embravecido?, en fin, que demasiado poco le pasó a esta mujer después de ser engullida y arrastrada por una ola gigante, a la próxima seguro que se lo pensará dos veces.