El 10 de octubre 1976 se inauguró en la ciudad americana de Nueva Jersey el Giants Stadium, un estadio con capacidad para más de 80.000 espectadores, con un partido de la National Football League entre los Giants y los Dallas Cowboys. Durante años fue escenario tanto de distintos eventos deportivos como musicales (allí tocaron U2, Bruce Springsteen, Metallica, Sting y otros tantos). Pero una leyenda urbana sobrevolaba sus espectaculares instalaciones, la de Jimmy Hoffa, un líder sindical vinculado a la mafia. Desapareció en 1975 en Detroit y nunca más se supo de él, por lo que su desaparición se vinculó a la construcción del estadio de los Giants. Se llegó a decir que fue asesinado y su cuerpo enterrado en los cimientos del estadio pero nunca se llegó a encontrar ningún signo de que nada de eso fuera cierto. Ha sido una de las leyendas urbanas que más ha calado en el espectro deportivo estadounidense hasta que el estadio fue derruido en 2010.

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