Dicen que cuando uno tiene una enfermedad muy grave ve la vida con otros ojos si sobrevive a ella, bien, pues lo mismo les pasa a los que sobreviven de un accidente como el que vais a ver, es increíble… Un acróbata se columpiaba tan ricamente en una barra al borde de un precipicio de 1200 metros de altura y cuando se disponía a coger impulso para saltar y posteriormente abrir su paracaídas, las barras se rompieron y el hombre cayó al vacío. Afortunadamente pudo abrir su paracaídas a tiempo y la cosa quedó en una anécdota sin mayores daños, ¡¡¡te cagas!!!.