Desde que vi un documental de osos agresivos que atacaban a seres humanos ya fuese por comida o porque se sentían amenazados, creedme, les cogí incluso más miedo que a un León y eso que son los reyes de la selva… Pues hoy he descubierto que sí es posible tener como mascota a un simpático osito de más de dos metros y medio sin que te haga trizas, si los crías desde bien pequeños pueden ser como cualquier otro animal de compañía pero con el riesgo de que te arranque media cara dándote una caricia, por lo demás son muy cariñosos :P.