En este experimento científico, unas 8.000 hormigas se colocaron en un vaso a alta temperatura y las paredes se espolvorearon con polvo de talco para evitar que escapasen. Resultó que las hormigas se enlazaron entre sí creando una especie de material viscoso vivo y con propiedades viscoelásticas. Estos experimentos servirán para crear nuevos materiales inteligentes y más resistentes en un futuro. De nuevo la naturaleza tiene la clave…