En el desierto de Karakum (Turkmenistan) está el pozo de Darvaza o como se le conoce coloquialmente, «la puerta del infierno». El pozo es una enorme mina de gas descubierta tras una prospección llevada a cabo por geólogos soviéticos en la década de los 70. Descubrieron que era una mina al prenderle fuego y desde ese momento arde sin cesar y no hay previsiones exactas acerca de cuándo dejará de arder. Sus 60 metros de diámetro y 20 de profundidad nos brindan un espectáculo digno de observar.